domingo, 30 de noviembre de 2008

EL VOYEURISMO Y LAS VIEJAS - LO PERFECTO Y LO IMPERFECTO






    Nunca había sido voyeur -in pectore- hasta hace un rato. No he podido reprimirme. Hay propuestas a las que los domingos no puedes decir que no. Era más una obra de caridad que otra cosa. Y en el voyeurismo creo que prefiero ser el objetivo al prismático. Aunque hoy sin pretenderlo he sido las dos cosas, y me ha gustado la experiencia. Y al terminar  me acordé de
Gil de Biedma de nuevo:
Que aunque el gusto nunca más
        vuelve a ser el mismo,
en la vida los olvidos
        no suelen durar.
     Ayer me encerré en casa y sólo me dieron permiso para pasear al perro. Y me gustó por unos momentos pasar frío y lluvia,  y luego volver al calor. Amo lo imperfecto para que luego me quiera lo perfecto, si no fuera así la  vida, mi vida, no tendría sabor. Estoy en una etapa en que me gusta (perfecto) y no me gusta (imperfecto), disfruto (perfecto) y no disfruto (imperfecto), espero (perfecto) y desespero (imperfecto), corro (imperfecto) y me paro (perfecto), me reprimo (imperfecto) y me desato (perfecto), me entristezco (imperfecto) y me alegro (perfecto) , pienso (perfecto) y escribo (también perfecto). En esto último no hay yin y yan. En lo demás si. Y luego cuando pase ¿que pasará? ¿Echaré de menos lo imperfecto? No me entiendo, la verdad. 
  Esta mañana me ha pasado algo inaudito en la multitienda que hay cerca de mi casa donde venden de todo y permanece todo el día abierta incluidos los domingos. Había ido solamente a comprar el pan y el periódico, no necesitaba nada más. Y he regresado con 1 kg de pimientos verdes, dos bolsas de pipas "el piponazo", 1 bote de tomate frito, 1 bolsa de macarrones, 3 latas de atún, 1 yogur líquido, 1 frasco de aceitunas rellenas, un bolsa de chucherías, 1 cartón de vino, 2 bolsas de patatas fritas, 1 pack de natillas de chocolate, 1 kilo de manzanas y 4 petisues. Y todo sin gastarme un duro. Y sólo necesitaba pan y  periódico. Entonces ¿Por qué está todo esto ahora en mi cocina?. Por culpa de una vieja protestona, amargada y estúpida. Los viejos ya no son tan pobrecitos como antes, a la mayoría ya no les vale eso de "pobre... es mayor, entiéndela , perdónala". Muchos tienen más agilidad que yo, más derechos y más pagas.  Y la vieja pelleja de esta mañana ha llegado a la tienda la última, ha comprado sólo un bollito de pan (después de tocarlos todos) y descaradamente y tomándonos a todos los que estábamos en la cola  por gilipollas, se ha colado y se ha puesto la primera. Delante de ella estaba una señora oriental con un niño pequeño llorando, una chica sudamericana embarazada, un señor realmente mayor mayor con bastón y dos niñas. ¡Qué morro la vieja!. Nos hemos mirado entre nosotros sin dar crédito a lo que estábamos viendo. Y ella en vez de expresar algún tipo de perdón, justificación o mentira, ha dicho sin mirarnos: "soy anciana y tengo mis prioridades y mucha prisa". Y estaba más sana que una manzana. Me he enfadado y no he podido reprimirme porque delante había gente con mucha más prisa y en peores condiciones que ella. Me he ido hacia ella y la he dicho: "¿No le da vergüenza señora? Ni siquiera ha pedido permiso para colarse, es usted una maleducada. Hay gente que lleva aquí un rato esperando y con la bolsa llena, y usted por el morro llega la última y se cuela." La vieja pelleja ni me mira, tararea una canción y le dice al tendero: "Cóbrame que tengo prisa". ¿Será posible?. No me corto un pelo y le quito el puto bollito de pan. Me voy a mi sitio de la cola y le digo desde allí: "Si lo quiere póngase a la cola como los demás". La vieja con toda la cara del mundo va y dice: "Qué poca educación y que poco respeto a los mayores, no sé a donde vamos a llegar. ¡Déme mi bollo de pan o le denuncio!". "Denúncieme", le respondo.  Está claro que los de la cola y 5 personas más que en esos momentos han entrado en la tienda están conmigo.  Ella se da cuenta. El tendero mira a otro lado. Arruga la cara más aún de lo que ya la tiene y dice: "Esto no va a quedar así". Y sale airada de la tienda a toda velocidad, dando un portazo.  Los de la cola y todos los que están en la tienda me miran y comienzan a aplaudirme. Los dejo pasar a todos antes que yo, no tengo prisa. Cuando llego a la caja para pagar mi baguette y mi periódico, el tendero dice que no me cobra  y además me da una bolsa llena de productos de la tienda. Cada uno de los clientes testigos de mi "heroicidad" con la vieja, han ido dejando cada uno un producto  para mí, como agradecimiento y reconocimiento. 
     Y por eso ahora tengo en mi cocina1 kg de pimientos verdes, dos bolsas de pipas "el piponazo", 1 bote de tomate frito, 1 bolsa de macarrones, 3 latas de atún, 1 yogur líquido, 1 frasco de aceitunas rellenas, un bolsa de chucherías, 1 cartón de vino, 2 bolsas de patatas fritas, 1 pack de natillas de chocolate, un kilo de manzanas y 4 petisues. Es mi premio por ser un héroe ante una vieja pelleja. 
  (No me fío mucho mucho de ella, que los viejos tienen mucho tiempo para pensar en venganzas. Y no puedo quitarme de la cabeza la mirada amenazante que me echó cuando salió de la multitienda) 

No hay comentarios: