martes, 4 de noviembre de 2008

los encuentros en torno al garbanzo, la teta y el pelo





A pesar de tardar en soñar (5) hoy he cumplido lo que dije. Está resultando buena y práctica la comida de los martes-cocido. Son encuentros en torno al garbanzo y el tocino con risas y confesiones. Hoy he apreciado que el pintor de la sierra con perros es el que más se trabaja el garbanzo. Pone, quita y atiende a los perros. Me fijo también en el extraterrestre del grupo, a pesar de ser su casa, ¿qué pensará y qué comentará?. Y mientras tanto yo sigo con lo mío . Estoy convirtiendo mis vaca-acciones en todo un género literario/documental/costumbrista/sarcástico. Es sacarle punta a un lápiz con varios tamices y sombras (Maldita impaciencia). He hablado con la chica de la radio que acaban de rajarle una teta. Tiene tanta energía que me ha desbordado. Si en vez de hablar por teléfono lo hubiéramos hecho en directo me habría enseñado la teta intervenida. Siempre me pareció una niña buena, algo moderada pero alegre. Se hizo querer y la quiero. Cuando se fue se secó la maceta de navidad que duraba todo el año. (He escrito navidad por primera vez en este diarioblog y no la deseo). 
   He ido a cortarme el pelo. No tengo costumbre fija. Un día me miro al espejo y digo: hoy.  Siempre voy a los que están más cerca y lo hacen al momento, no puedo esperar.  Hoy he cambiado de barrio. Me han regalado un tiket especial para cortarme el pelo gratis en una nueva peluquería: "un nuevo concepto en peluquería de caballeros". Allí me he presentado. Me han invitado a un café mientras relleno un papel que se titula preferencias. No es obligatorio rellanarlo pero te sentirás más cómodo si lo haces y el tratamiento será más personalizado. En el impreso puedes elegir el sexo del profesional que te corte el pelo, el tipo de conversación (local, moda, política, deporte, cultura, economía, cocina, tele, el tiempo..). Hay una casilla que pone "aficiones, indicar cual". También puedes poner una x donde dice "solo oyente, que hable sólo el peluquero"; u otra donde pone todo lo contrario "hablo sólo yo, el peluquero escucha y me da la razón". Y por supuesto existe la posibilidad de "silencio absoluto, no habla nadie". Puedes elegir leer todo tipo de publicaciones, escuchar música por unos cascos o ver en una pantalla cortometrajes o reportajes que duran lo que dura el acto del corte. En el cuestionario preparatorio también se pregunta si deseas lavado de cabeza, qué tipo de champú, temperatura del agua, a tijera o a máquina..etc etc etc. La parte de atrás del escrito se titula "arte, diseño y moda". Y aquí puedes elegir la tendencia, el modelo y otras cuestiones cabello/artísticas y estilísticas, como diría el pintor de la sierra con perros. Dándote la oportunidad incluso de utilizar un ordenador que hay al lado, donde puedes hacerte una foto, o llevarla de casa, y probar con diferentes peinados o cortes de pelo, incluido tinte. Todo un mundo de posibilidades personalizadas para el cuero cabelludo. He ido rellenando todos los apartados , son tantos que no recuerdo que he pedido. Pero da igual porque existe la posibilidad de cambiar todo una vez que estás sentado en el sillón y delante del espejo. Me ha tocado un caballero que me habla de política internacional, de las elecciones americanas que se celebran hoy. Obama y tal. Prefiero local si no le importa, le indico. No es mi fuerte pero lo intentaremos, aunque si prefiere puedo llamar al peluquero de local, está especializado; me contesta muy educadamente mi artista del peine y la tijera. No importa siga usted, le digo de forma agradecida.  A continuación me hace notar que no he elegido el tipo de corte que deseo. Efectivamente es lo único que no me da igual. Lo quiero cortito y punto, al 3 más o menos. Al escuchar mi preferencia el profesional me indica, que por prudencia y si no me importa, me lo va a cortar al 4 y ahí decido si continua o no. Totalmente de acuerdo, puede proceder. En mitad de mi placentera operación de corte de pelo se oyen unos gritos en la entrada, se trata  de una mujer alterada. Viene con su hijo adolescente a protestar por el corte punkrosa que le han hecho. Quiere (literalmente) que lo vuelvan a poner normal. Desgraciadamente no es posible. ¿O sí? Con tanto adelanto todo puede ser. ¿Puede volver a pegarse el pelo cortado? pregunto. No, me dice mi oficial y caballero peluquero; eso es imposible. La madre sigue enfadada e insinúa que los va a denunciar. Le enseñan el cuestionario firmado por su hijo donde figura exactamente el corte de pelo que quería. 

1 comentario:

Unknown dijo...

ESA PELUQUERIA, ALMACENA DATOS DE LAS PERSONAS Y LUEGO LOS VENDE A LA TELEFONICA. ES UNA TAPADERA DE TURBIOS MANEJOS