miércoles, 10 de diciembre de 2008

Teatro, ruralmodern-bar, sexo y butacas





    Mi apertura en canal en este espacio sin alambres, es una rehabilitación y como tal no puedo pasarme varios días sin hacerla; aún no está el hueso formado del todo. Llevo dos días viendo teatro de aquí (por eso). El teatro es el lugar más maravilloso del mundo si la obra es buena y el más horrible si lo obra es mala (Marcos Ordóñez) . He encontrado a los obreros del teatro, a los oligarcas (nunca cambian, ni de cara siquiera) y a los administradores . Amo a muchos de los primeros y a estos últimos porque hacen de administradores pero no lo son.  Yo también he sido, confieso. Y por eso también me aman. No puedo evitar tender y mantener vínculos con aquellos  de quehaceres cómplices y quereres compartidos. El teatro es de todas las artes el más sensitivo y el sentimentalmente  más pornográfico.  Por eso me gusta. Me he pasado mucho tiempo viviendo en teatro como el que vive en pecado y lo disfruta. El teatro puede ser profundamente frívolo hasta cuotas de placer sadomaso y el público ni se entera. Qué se joda. ¡Desnúdate tú!.
   ¿Obsesivo viene de sexo? Y de asedio....al sexo. Me gustaría conocer de antemano mi calendario fértil, así podría organizarme mejor.  Esta semana y la anterior la estoy disfrutando pero quiero cansarme ya y no puedo. Conozco a alguien que primero folla y luego saluda, y yo creo que debe ser al revés. ¿O no?.  No debería hablar tanto de eso/sexo, pero estoy en rehabilitación y me ha dicho el doctor que tengo que moverlo todo, aunque me duela. Y en vac-acciones no hay hora de cierre ni de apertura. ¡Qué anarquía!.
   Un día de estos fue fiesta pero a mí me da igual, y salí a beber. Y me torturaron vilmente.  Bebí ni se sabe cuantas palabras sin hielo. Y para no emborracharme escuché varios gintonics rápidos con mucho hielo, todos seguidos. Me encerraron psicológicamente en un nuevo/viejísimo bar que se inauguraba esa noche,¡y qué desastre!. Resultó ser un bar ruralmodern, y lo más de lo más era el cerrojo de la puerta del water de caballero. Había gente que se quería como era, pero la decoración no acompañaba, y la música era terrorismo sonoro impuro. Alguien descubrió allí que en su familia  también había alguien más que se quería como era. Por lo menos el ruralmodern-bar  sirvió para algo. Solamente. Hable con alguien que conoció a uno de mis más importantes pasados, pero ese pasado era profundo y este era superficial. Algo no me cuadra. 
    Hoy tocaba ir a  ver teatro a un pueblo cercano, donde corren caballos por las calles. En el patio de butacas había teatreros y puebleras, ¡los públicos!. Podría parecer a priori que la obra no era adecuada  porque llevaba experimentación (bendita sea), pero cuan confundidos estamos a veces con el hecho teatral. 
     Se trataba de "La butaca de nadie" de Kemal Donfhico, teatro dentro del teatro. Una compañía de teatro lleva representando Hamlet durante más dos años seguidos en el mismo teatro. Y desde hace tiempo y en la función de los jueves, los actores   han comprobado que siempre hay una butaca vacía entre el público, siempre es la misma,  con su correspondiente ticket reservado y pagado.    
     Así comienza la función que hemos medio visto esta tarde en el pueblo de los caballos.  Y ha pasado algo realmente curioso en esta casa de cultura, muy teatral, tan improvisadamente teatral que a los actores que representaban la obra no les ha hecho ninguna gracia y han tenido que suspender la función una vez comenzada. Pero yo me lo he pasado en grande. 
      Cuando la obra llevaba unos 10 minutos  de representación real, se produce la escena final  del Hamlet que la compañía representa (teatro dentro del teatro): el Rey Lear muere con su hija Cordelia en los brazos. Final de la obra, saludan, se retiran  y cuando ya se ha marchado todo su público ficticio, salen de nuevo al escenario  quitándose sus ropajes hamletlianos y comentando todos la especial circunstancia  que hoy se ha dado en el patio de butacas. Por fin la butaca vacía, hoy ha estado ocupada. Se preguntan nerviosos y curiosos si alguien ha conseguido ver su cara, sus gestos, algo de la misteriosa persona. Pero apenas había luz y ninguno ha visto claramente de quien se trataba. Pero una de las actrices se acerca al borde del escenario (proscenio) , mira hacia la famosa butaca vacía y se da cuenta que no lo está, porque aún sigue allí sentada la misma persona misteriosa que ha estado durante la representación
     Hasta aquí la obra ha transcurrido con total normalidad por parte de los actores que estaban encima del escenario, pero no así por parte de un actor que debía representar su papel en el patio de butacas, concretamente daba vida a la persona que ocupaba la enigmática butaca vacía. No  ha podido hacer su papel a causa de una espectadora del pueblo,  que se ha negado a levantarse de ese asiento porque ella ha llegado antes  que el actor. 
    La mujer había llegado tarde y al ver esa butaca vacía y se ha sentado sin pensárselo dos veces.  
    Cuando el actor que debía ocupar esa butaca se ha dado cuenta ha intentado por todos los medios aclararla que ese sitio estaba preparado  para él porque iba a representar su papel desde ahí, desde esa butaca. Pero ella (menuda) no se lo ha creído y no le ha dejado el sitio. 
    Ni actores  ni técnicos  se han percatado de lo que estaba pasando y al llegar el momento de descubrir quien era el personaje misterioso que ocupaba la butaca, han encendido los focos dirigidos directamente a ella y en vez de aparecer el actor de la función, ha aparecido una señora de 50 años y 80 kg con los brazos cruzados y muy enfadada. 
     En el texto de la obra la actriz al descubrir que había alguien en la butaca vacía, dice: "¡Está ahí, aún está ahí sentada, miradla!".  Y la mujer, nuestra mujer del pueblo, más tranquila que una vaca en un prado, al oír esto que cree dirigido a ella, ha contestado: "Y no me voy a mover de aquí , porque yo he llegado antes". 
   Al final la función se ha suspendido y yo he visto una de las obras de teatro más cortas y más divertidas de mi vida, algo que no es fácil. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo mola!!

Mr. C. Loost