domingo, 28 de diciembre de 2008

soy bipatrial, ¿estoy de vacaciones? los chinos






     8 días sin venir, 8 días sin recordar, 8 días sin volver, 8 días sin contar, 8 días sin disfrutar ¿?... A ver si va a resultar en realidad que han sido los 8 días de vacaciones que me corresponden de mis vaca-acciones. ¿Será eso?. Es decir, según el estatuto de los vaca-accioneros tengo derecho a no bloggear durante 8 días en navidad. Pues va a ser eso. Es que sino no doy crédito ¿8 días sin aparecer por aquí?. Y qué rápido han pasado. Prácticamente ni me he enterado. 
    Me va a costar volver a todo lo demás, estoy seguro. 
    La nochepena muy bien, la familia mejor y menudo flan me hizo mi tía/presidenta de esta mi patria. Es la hostia. Yo en navidad y sobretodo en nochepena siempre vuelvo a una de mis patrias. Tengo 2. una patria en cada pueblo, soy bipatrial. Y siempre está igual, mis patriotas no cambian y me gusta que no cambien. Pero en la otra patria no ha habido tanta alegría. Mi otra tía/presidenta de la otra patria a lo que no voy desde hace más de dos años, pasó la nochepena en el hospital. Y sentí amor al verla, y me sentí parte de ella. Su vida es dura, tanto como su fe. 
  Y esa noche en la que se establece ese estado de sitio en que todos deben cenar felizmente con todos por ley; es la noche más jodida para aquellos que no pueden cumplir la ley. Además de mi tía/presidenta de mi otra patria también incumplió la ley el muchacho bueno de las carreteras y su padre. Y a los guardianes de esa ley les importa un pimiento que algunos no puedan cumplir la ley de la cena feliz, no les detienen ni les meten en la cárcel, sólo les recuerdan continuamente  y machaconamente que hay gente felizmente cenando y que ellos no podrán, ¡qué se jodan!. Odio los estados de sito (Israel está machacando de nuevo Gaza y ya van 200 machacados en un solo día) .
     Y en medio, o sea antes, conozco a la ternura, otra ternura, y la abrazo. Y me gusta. Y le gusta Anthony y el popranea. Y luego paso frío, joder eso es lo peor. Estos días he tomado casi más pastillas que turrones, más. Qué dolor de espalda da a veces la ternura. 
    Y en mis correspondientes días de vacaciones de las vaca-acciones ayer viaje a Roma (la roma de aquí al lado, apenas media hora). He ido a cumplir con el rito de la visita a mi confesor. Nos hemos confesado, he contado mis pecados, me ha puesto la penitencia y hay muchas dudas/esperanzas por el nuevo régimen. Y luego nos hemos dado un homenaje con cocido de luxe en el mejor restaurante que había hoy en Roma. Servicio excelente, trato elegante  y cariño asegurado: ¡viva la familia tradicional!. 
   Y luego he ido con mi confesor y su confesor, los 3, a la patria de su confesor a escuchar cantar a otra familia (es tiempo de familias). La matriarca ha cantado para esa patria, fría,  pero ella ha estado caliente y me ha calentado a mí. Hace meses en vez de aplaudirla en uno de sus conciertos le regalé una canción, y hoy la ha estrenado, y me ha invitado a subir con ella para descubrir sus 3 elegancias: vestido, voz y corazón. Hemos pasado por el escenario hasta el apuntador, vaya diva, mira que  permitir que otros ocupen su foco.
   Hace dos días descubrí a chinos que tocan pies en vez de arroz. Y me los tocaron muy bien. Necesitaba un  masaje para espantarme el dolor de espalda producido por la ternura. Y los chinos casi lo espantaron. La  reflexología o digitopuntura es una medicina tradicional que estimula la energía mediante los pies. Cada punto concreto del pie se corresponde con un órgano del cuerpo.  El dedo gordo  a la cabeza, el talón a las rodillas, donde se forman los callos a los oídos... y así toda la planta. Eso parece la planta de oportunidades del corteinglés. Toda la planta del pie es para los chinos una gran pantalla en la que ven lo chungo o no que tienes por ejemplo el estomago, la columna o los huevos mismamente.           
      El maestro que inspeccionó mi planta-pantalla se mostró muy simpático.  Le manifesté mi sorpresa y admiración por su dominio de mis pies y en agradecimiento  se extendió aún más en sus conocimientos. 
  Resulta que hay una parte de la planta del pie, justo debajo del puente tirando hacia los talones, donde hay un puntito (canalla) que se corresponde con los testículos. Él me lo tocó y me sonrió, y por sus gestos faciales  (ni una palabra de español) deduje que me estaba tocando los huevos, no literalmente, pero si reflexológicamente. Qué gracioso pensé. Y entonces se me ocurrió la mayor tontería que se me pudo haber ocurrido, sin acordarme que somos culturas muy muy diferentes.  Mientras me tocaba el puntito de los testículos, le pregunté con gestos si no había un puntito concreto para saber como tenía....... la polla. No dije polla con gestos, más bien creo que gesticulé "pene".  Aunque para que pareciese más científico y no hubiera dudas intenté darle a entender "organo genital masculino" o "aparato reproductor masculino". Pero pensé que "pene" era más corto y también podría considerarse una palabra científica. Y así lo hice. Y me entendió perfectamente.  E ipso facto desapareció sin decir ni mú. Pero al momento se presentó una joven china con una bata blanca y con la boca tapada con una mascarilla. Muy correcta, me saludó y me preguntó "¿pene?"; con la misma artificialidad que cualquier chino te pregunta en restaurante chino "¿chopsui de calne o pescado?".  Yo intenté decirle que era sólo una curiosidad y que mi interés sólo era medicinal, quería simplemente saber su estado de salud al igual que el del estomago o el riñón.  Ella volvió a preguntar "¿pene?".  Y yo pues dije sí. 
      Entonces tomó mi pie izquierdo y comenzó a frotar debajo del dedo meñique con una mano y con la otra la parte lateral izquierda del talón. Todo ello en un movimiento suave pero perfectamente acompasado.  Y joder. Vaya con la china, el masaje, el pie, la reflexología, el dedo meñique  y mi estúpida curiosidad. Se me empezó poner dura sin poder evitarlo... ¡Qué vergüenza dios mío! Me estaba empalmando a ritmo del masaje de la china en la planta de mi pie izquierdo. No sabía que decir ni que hacer y la china por supuesto ni me miraba a mí, ni a mi abultado pene.  Cuando ya lo tenía... a tope, va la china mira de reojo mi bulto,  y me dobla de repente y con todas sus fuerzas el dedo meñique hacia atrás causándome un dolor impresionante. Pero al momento me dejó de doler y a la vez se me bajó to. 
      ¡Cómo son estos chinos y lo que tenemos que aprender todavía de ellos!.  
   Luego llegó el maestro se fue la china y me quedó como nuevo. Y mañana vuelvo otra vez.  Y ahora le pienso preguntar por el puntito de atrás

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