martes, 16 de septiembre de 2008

=LA LENGUA, EL PEPINILLO Y EL CIELO DE LA BOCA


Anoche follé. Como viene siendo habitual en la última semana empecé sin ganas pero luego me animé. La lengua es la culpable. Ella consigue lo que otras partes del cuerpo no pueden. De nuevo volví, volvió más bien mi-pareja-de-anoche, a taparme los ojos y a obligarme a utilizar sólo la lengua para saborear partes de su cuerpo. La última vez que lo hicimos consiguió excitarme cuando toqué con la punta de mi lengua el cielo de su boca sin saber que era el cielo de la boca. No sé como lo consiguió pero no fui capaz de saber que parte del cuerpo era lo que estaba chupando. ¡Que placer!. Era húmedo y duro, suave y áspero. !Cómo me puso!.
Anoche volvió a hacerlo y esta vez la parte de su cuerpo elegida fue la de abajo del dedo gordo del pie. Era carnoso y además podía morderlo a la vez que chuparlo y eso me vuelve loco. Consiguió excitarme y follé. Luego me dormí y mi-pareja-de-anoche se fue a la cocina, abrió la nevera, sacó dos lonchas de choped, un bote de tomate frito y tres pepinillos. Lo puso todo en un plato y se lo llevó a la cama. Yo estaba de espaldas y medio dormido. Vació el contenido del plato en mi espalda desnuda. Rozó el pepinillo por mi cuerpo, por todo, especialmente entre las nalgas. Y hasta ahí recuerdo.

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