viernes, 19 de septiembre de 2008

=Hay días en que uno el sexo lo utiliza para otras cosas.





























Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida. Decía Oscar Wilde. En las fiestas, en los saraos y otros eventos similares es donde uno se da cuenta lo necesario que es el alcohol. Anoche estuve de fiesta, se inauguraba no se qué. Muchas gente y por tanto mucho pesado y mucha aburrida (De ahí la frase de Oscar W). Lo peor de estos sitios es que no puedes huir si te encuentras con un plasta. Por lo menos en la calle con un "adiós que tengo prisa" te lo quitas de en medio, pero en estas cárceles-cocteles sociales tienes que aguantar y sufrir. Y llega un momento que él camarero es tu médico: salvados por el alcohol. Qué alivio. Siempre que me cojo un pedillo controlado me acuerdo de Bette Davis en "Eva al desnudo", qué pedo más elegante. Cada vez que veo esa peli me emborracho como homenaje. Y anoche me emborraché. Me cogí un pedo de tartamudeo, que es la fase 2. La 3 es ya el arrastre por los suelos o en su caso enseñar el culo o la polla. A la 3 no llegué, aunque luego en la discoteca donde continuo la fiesta, si que tuve que sacarme la polla, para que me la chuparan. Yo no quería. Pero soy tan bueno a veces con los necesitados que hasta yo mismo me admiro. Fue en el baño, claro, y no me acuerdo si me gustó. Sólo recuerdo una gran boca succionadora que parecía un deposito de gasolina. Luego quiso algo más pero no era el sitio ni yo estaba por la labor. Hay días en que uno el sexo lo utiliza para otras cosas. Luego cuando me fui a casa, muy tarde, intenté acabar yo sólo lo que la boca-deposito había empezado, pero definitivamente hay días en que uno el sexo lo utiliza para otras cosas.

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